Educar las virtudes Humanas – 6º entrega: “Educación de la Lealtad”

Esta virtud, estrechamente relacionada con la perseverancia, la responsabilidad, el respeto y la prudencia, la abordamos como enseñanza desde la Primaria.

Podemos imaginar una situación en que un amigo se comporte de un modo que perjudica la amistad.  La lealtad llevará a su amigo a hacer lo necesario para ayudarle, aunque se esté comportando mal con él, en virtud del conjunto de valores que supone el vínculo.

A la vez necesitará de la perseverancia para realizar actividades para volver a traer a su amigo hacia los valores que representa el vínculo.

Lo fundamental de esta virtud es reconocer que puede existir un vínculo.

Los niños pequeños viven estos vínculos sin reconocerlos como tales, pero los adolescentes, ya consientes,  quieren  a veces deshacerse de ellos creyendo que no les permiten ser libres.

En cuanto a los vínculos deberían establecerse jerarquías y orden de prioridades para actuar adecuadamente (Ej. Un padre de familia debe ser leal a ella primero y luego a sus amigos).

El hijo que se esfuerza en favor de sus hermanos y de sus padres está descubriendo la entidad de la familia.

Sin embargo su atención está centrada en otras personas con su nombre y apellido, no en los valores que representa esa relación.

El niño pequeño aprende a ser leal esforzándose en ayudar a los demás, ser leal para él es hacer todo lo que pueda para cumplir con lo que sus padres o profesores le dicen que es bueno y evitar lo malo.

En las relaciones con los hermanos, a veces, surgirá una situación en que habrá que aclarar lo que es ser leal. Por ejemplo: un hijo puede acusar a sus hermanos de haber actuado mal en algo. Ser leal significa ayudarlos a mejorar, no acusar o delatar.

Con los adolescentes los padres tendrán que razonar con sus hijos aclarándoles el contenido de los valores en sí, y el modo de vivirlos en relación con distintos vínculos. Inicialmente será conveniente centrarlos en el vínculo con la propia familia, con sus amigos y con la escuela.

Suelen confundirse los adolescentes entendiendo que ser amigo significa defenderlo y apoyarlo más allá de que haya actuado bien o mal.

Es necesario ayudarlos a que vayan descubriendo su responsabilidad respecto a otros miembros de la clase, a los equipos a que pertenecen o al mismo colegio, y así vivan la lealtad en estas situaciones (así no hablará mal del colegio delante de otros, no lo ensuciará o pintará, se alegrará del triunfo que logren otros miembros del equipo de deportes, etc.).

También habrá que conducirlos a hacer compatibles sus vínculos con diferentes personas u organizaciones. Hace falta como ya señalamos antes tener una jerarquía de valores y no abandonar ninguno de los deberes.

 

Bibliografía sugerida: Re-unión familiar, Edit. Fert, Barcelona

Libertad  y compromiso, Revista Istmo 61, México.

Etiquetas: Lealtad, Primaria, Educación