Etimológicamente, la palabra “heurístico” proviene del griego “heurisko”, que significa “hallo, descubro”, por ello es el juego placentero que le permite al niño manipular y accionar con todo tipo de materiales no estructurados (cartones, latas, tapas, etc.).
En el ciclo Jardín Maternal, es una actividad clásica de juego para los niños de entre los 12 y los 14 meses, a quienes en este transitar por el segundo año de vida, se les abre un nuevo mundo, el de la curiosidad y con ello, nuevas formas de aprendizaje. Aparece en esta etapa la coordinación ojo-mano-boca que les permite utilizar libremente objetos, explorar sus posibilidades y llegar a clasificarlos. Estos objetos deben ser materiales fácilmente combinables entre ellos, en cantidad suficiente para que provoquen el interés de los niños, permitiéndoles accionar libremente con los mismos.
Este tipo de juego consta de dos partes:
- 1º parte: de exploración. Los niños actúan libremente con el material, experimentando, clasificándolo, comparándolo, debiendo respetarse sus ritmos individuales, llevándolos así a que vayan formando parte activa del juego a través de la acción de observar, accionar, combinar y explorar los diferentes objetos.
- 2º parte: de orden. Se considera como una actividad en sí misma. Se lleva a cabo una vez terminado el período propiamente de juego y consiste en estimular a los niños a recoger todo el material y guardarlo dentro de diferentes recipientes (cajas, canastos, etc.) según el criterio que el niño elija.
La elección del “Juego heurístico” en el Jardín Maternal como posible actividad lleva a “aprender a través de la experimentación y el descubrimiento, usando los objetos como vínculo posible”.
Este es el paso previo al “Juego simbólico” que desarrollarán posteriormente en el Jardín de Infantes.
Los objetos de juego:
A la hora de seleccionar el material de juego en el Jardín Maternal se debe tener en cuenta que los objetos permitan que el niños aplique todos los esquemas de acción propios de la inteligencia motriz, establezca combinaciones entre esos esquemas, asocie sus acciones con los resultados que provocan, con el propósito de que pueda organizar reacciones circulares que sean progresivamente, más complejas.
Dado que los esquemas de acción de los niños, sus temáticas de juego y su modo de acción sobre los objetos varían enormemente durante esta primera e importantísima etapa en función de su desarrollo, los objetos a presentar en cada sala deben adaptarse a sus características y a sus momentos de desarrollo.
En el Jardín de Infantes gracias a la presencia de la función simbólica en el niño, los objetos de juego se subordinan, se transforman y pueden ser reemplazados por una infinidad de opciones, según el juego a desarrollar.