Enero 2022
Justamente esperaba que pasaran estos días festivos de Navidad, Año Nuevo para escribir unas líneas recordando un nuevo aniversario de nuestro Colegio.
El 6 de enero cumplió años.
Estaba pensando cómo llegamos hasta acá y recordando a quiénes lo hicieron posible cuando me paralizó una noticia inesperada.
Falleció Laura Calo. Así decía el primer mensaje que me llegó. Costó creer y traté de contactarme con los más allegados.
Inmediatamente resurgieron los primeros recuerdos que ya venían dando vueltas porque justamente entre los primeros docentes de nuestro colegio estaba Laura.
Digo “mi compañera de ruta inicial ”, porque aunque por poco somos de distinta promoción transitamos durante años los pasillos y las aulas del Normal de Avellaneda .Esa escuela que nos otorgó el título tan anhelado : “maestra”.
Luego a poco de crearse el colegio tuve la oportunidad de llegar a él y compartir otros importantes momentos no sólo en lo laboral sino también en lo personal.
El mediodía era el momento de corte de la extensa jornada, las dos estábamos en doble turno. Ocupábamos el tiempo corrigiendo pilas de trabajos porque éramos docentes de sexto y séptimo grado por áreas. Yo dictaba Matemática y Ciencias Naturales y Laura , Lengua y Ciencias Sociales.
Entre corrección y corrección compartíamos sueños y esperanzas.
También fuimos profesoras de Inglés, área que nos apasionaba y enfrentamos juntas el desafío de formar jóvenes para rendir por fuera de la Institución en cursos que duraban hasta las diecinueve horas.
Éramos muy jóvenes pero la vocación estuvo siempre presente.
Cuando llegó el momento de empezar a pensar en el retiro ,ya estábamos compartiendo equipos de conducción, Laura como Directora de Estudios del Nivel Secundario y yo en la Vicedirección del Nivel Primario.
Fue entonces cuando su familia empezó a tenerla con más tiempo disponible.
La jubilación le permitió ese día a día con su compañero de siempre ,con sus hijos y sus nietos. Sabia elección.
Cuento estos hechos para aquellos que no tuvieron la oportunidad de conocerla.
Nuestros primeros alumnos rondan hoy los cincuenta años y están tan consternados como lo estoy yo.
En ese período en que dejó la escuela , nos contactamos menos porque la vida transcurre y nos lleva por diferentes caminos pero tuvimos la inteligencia del reencuentro no sólo telefónico sino personal y café por medio conocí sus deseos actuales , su vida presente.
Anhelaba viajar a España y volver a ver a su hija y a su familia. Lo logró. Compartimos esta alegría inmensa y hoy me toca despedirla con ese sueño y otros tantos cumplidos.
Sé que ya hay quiénes están abriendo sus brazos para recibirla,son quiénes también forman parte de esa ruta inicial. Me refiero a Nely , Gladys , Mirta Val y otros que con mucho tesón y armando equipos contribuyeron a formar esta Institución.
Puedo decir esto porque sé de su fe religiosa y la de su familia.
Deseo mucha paz para su alma y mucha fortaleza para quiénes hoy la acompañamos en su partida.
Norma Castrelo.
Compañera de un largo camino recorrido.