Septiembre 2022
El día del maestro es muy especial para todos los que elegimos esta profesión.
Hoy más que nunca pensamos en ese hombre que hace tantos años y casi en soledad luchaba por hacer entender a todos los que lo rodeaban que sin educación no hay futuro.
Ese hombre que trajo los primeros maestros a nuestro país y fue capaz de plasmar la famosa frase “Bárbaros las ideas no se matan” yo quiero agregar humildemente que las ideas no sólo deben ser respetadas, también los ideales.
Seguro cada uno de nosotros cuando decidió ser docente tuvo los propios y los mantiene. No hay nada más hermoso que reencontrarnos cada mañana con estas personitas que tenemos frente a nosotros y cuyas familias han depositado la responsabilidad de colaborar en la formación integra de cada uno.
Han sido estos últimos años de grandes cambios, la tecnología ayudó mucho pero también separó. Tenemos que recuperar la palabra, la comunicación, en las aulas y en los hogares.
Hoy no se trata solamente de decodificar una fórmula matemática o analizar una oración. Hoy se trata de atender a las emociones, los sentimientos no sólo de los chicos y jóvenes sino también de los adultos todos. Se trata de recuperar la calma, encontrar momentos de reflexión para poder pensar sin más ruido que el que vinimos acumulando.
Estoy convencida porque la experiencia me lo enseñó que para ser maestro no alcanza con transmitir conocimientos, se trata de dejar huella y cuando nuestros alumnos nos recuerden sea porque delante de la exigencia recibieron de nosotros una caricia, un abrazo, un oído atento y un tiempo.
En nuestra Institución esto último es el objetivo central. Podemos cometer errores. Nadie es perfecto pero estamos seguros que todos nos preocupamos por hacer de nuestros alumnos buenas personas y que la escuela siga siendo un lugar donde se sientan queridos y respetados.
Así desplegaremos sin lugar a dudas la verdadera vocación.
Norma Castrelo