Transcurrido cierto tiempo, luego de que el niño ha cumplido el año y medio de vida, casi todos los padres empiezan a preocuparse y preguntarse sobre el momento apropiado para retirarles los pañales a sus hijos.
¿Hasta cuándo mi hijo usará pañales? ¿Cómo sé cuando estará preparado para comenzar con el entrenamiento de control de esfínter? ¿Cómo hacerlo?
No existe un tiempo justo o establecido para que los niños logren el control de esfínteres. Algunos lo harán antes de los dos años y otros varios meses después. Algunos lo alcanzan como un simple paso más dentro de su evolución y otros lo harán después de varios entrenamientos.
Que el niño pueda controlar esfínteres quiere decir que primará sobre sus tendencias e impulsos uretrales y anales un determinado control, esto implica una modificación, una transformación dentro de su desarrollo.
El entrenamiento del control esfinteriano es un aprendizaje y como tal, el resultado y el éxito del mismo dependen de varios factores a tener en cuenta:
- El niño deberá estar físicamente maduro para dar inicio al entrenamiento del control de esfínter. Será necesario que el pequeño haya alcanzado la madurez y coordinación de los músculos del intestino y vejiga, para poder retener voluntariamente a los mismos. Deberá ser capaz de percibir la necesidad orgánica y responder a ella con un acto, no ya reflejo, sino voluntario. Es esperable que el niño alrededor de los 18 meses aproximadamente esté orgánicamente capacitado para este aprendizaje, iniciar este trámite precozmente será contraproducente y frustrante para el niño.
- Él deberá contar con la madurez emocional suficiente, no sólo deberá comprender lo que sus padres le demandan, sino también estar dispuesto a acceder a este pedido para complacerlos.
- Otra cosa muy importante a tener en cuenta es la actitud de los padres en este tema, la capacidad de ellos para acompañar y apoyar al pequeño en este aprendizaje; entendiéndolo como un proceso que lo lleva hacia la socialización. El tiempo justo para dejar el pañal proviene de un “darse cuenta”, en que todos los aspectos que hacen al niño están comprometidos, pero fundamentalmente su inteligencia y su sensación. La coherencia de las actitudes y los mensajes de los adultos tienen un gran valor para que el pequeño logre ese “darse cuenta” que le hará innecesario el uso del pañal.
Puede afirmase que no sólo se trata de querer sino de poder y a este “poder” se llegará a través de la maduración de las sensaciones del bebé así como también de la adquisición de la fuerza muscular.
Primero vendrá la sensación reconocida cuando es inminente el vaciado de líquidos o sólidos. El pequeño “avisa tarde” porque se da cuenta tarde.
Después llega el aviso al límite… el tiempo justo para llegar corriendo.
Finalmente, el anuncio con tiempo, y pronto, el “aguantar” aún en emergencia. Un tiempo después el niño alcanzará la soñada independencia.
El entrenamiento del control de esfínteres es un proceso de aprendizaje que implica progresos y tropiezos, y un tiempo que será distinto y singular para cada niño. Como todo entrenamiento, requerirá dedicación, perseverancia y paciencia. Etiqueta: Jardín Maternal, Maternal, Maternal Zona sur