Dijo Fernando Savater “La ética se ocupa de las cosas que duran, que no se van del todo, que permanecen, de aquello que siglo tras siglo sigue siendo importante para los seres humanos”. “Al ejercitarse, la ética renueva el impulso de considerar al otro como un fin y no como un instrumento de nuestros apetitos”.
Es cierto que todo cuanto nos rodea cambia a vertiginosamente, los hábitos, la formula de comunicarnos, de informarnos pero hay algo que no podemos perder de vista y es como debemos relacionarnos con los otros.
Durante gran parte del día vivimos y actuamos automáticamente sin preguntarnos ¿porque? o ¿para que? Hacemos tal cosa pero de pronto alguna situación nos enfrenta al desafío de tener que decidir y tenemos que estar preparados para ser protagonistas de nuestra vida y no meros espectadores.
La ética es la práctica de reflexionar sobre lo que vamos a hacer y los motivos que no llevan a actuar de tal o cual manera.
Allí aparece LA RESPONSABILIDAD, tendré que decidir que hacer y justificar la decisión. Esta necesidad de elegir es característica del ser humano y estamos en este mundo para forjar nuestro destino. Recordemos que la vida humana, “No es reversible”. Nuestra vida es única, y no se repite y esta protagonizada por seres vulnerables y cambiantes amenazados no solo por la muerta física sino también por lo social, sentimental y de la salud y este es el principal motivo por el que debemos tener miramientos con nuestros semejantes.
Entendiendo la palabra miramiento como la expresión de la disposición ética. Es decir que vamos a mirar a los otros, como son y que necesitan. Vamos a elegir, tendremos obligaciones y responsabilidades para con nosotros y para quienes nos rodea.
Veremos que clase de vida preferimos. Y como los problemas se renuevan permanentemente, debemos entonces reflexionar constantemente, “La vida razonada no termina nunca, y dura lo que dura la existencia”.
Bibliografía sugerida:
Ética de urgencia de F. Savater